02Capítulo 2 ¿Qué era la enseñanza que me recomendaban?

24 No había tenido relaciones fundamentales a largo plazo, por lo tanto, yo era tan terco como una piedra sólida y mojada por la lluvia, de tal manera que las enseñanzas del budismo no hacían mella en mí. Entonces, naturalmente querría escuchar más enseñanzas posibles.

 

25 Decidí asistir a, por lo menos, tres reuniones al mes. En particular, siguiendo los consejos del profesor Iwao Hosokawa, empecé a participar en la reunión semanal, cuando se festejaba en primavera y en otoño cada año. Era muy conveniente que pudiera tener tiempo libre del trabajo. Continuaba, digamos, "la Operación de Penetración" y podía asistir casi cuarenta veces.

 

26 En la reunión de primavera, el profesor contaba minuciosamente con siete bonzos de alta virtud, y yo escuchaba su cuento de casi veinticinco horas cada vez, cuarenta veces de participación quiere decir 1,000 horas. ¡Tantas horas! Así nos edificaba el profesor.

Cada vez que le escuchaba, una de las sensaciones era la magnificencia del desarrollo del discurso, donde explicaba la razón por la que el Amida salva a los seres humanos.

 

27 Para mí, que no sabía nada sobre la existencia de la "enseñanza" en el mundo del budismo, que era de escala tan grande y de contenido tan detallado, que no la podía escuchar sin sentirme atraído por la que explicaba lógicamente la razón de la salvación y su manera concreta.

Y la enseñanza se plantaba ante mí, entendía mi marcha y me iluminaba. Las reuniones a largo plazo eran muy apreciables para la piedra sólida, y les agradezco a los que las preparaban con amabilidad.

 

28 El profesor Hosokawa, desde hacía tiempo nos decía, "lo más importante es leer los originales, así que hay que leerlos desde el primero hasta el final." Hace poco que he llegado a afirmar lo que nos indicó.

Si nos quitan los originales, nos quedan sólamente las teorías basadas en la obsesión del ego de los seres humanos. Al mismo tiempo, si no se los leen hasta el final, se leen las partes que nos convienen.

Si los estudiamos así, la verdad es que sólo tocamos el budismo y prolongamos el pensamiento de los seres humanos. Es decir, se trataría de una acción narcisista.

 

29 Es muy difícil que tengamos los ojos fiables. Por ejemplo, vemos la superficie del asunto y no perseguimos el fundamento. Formamos la decisión según nuestros gustos. Nos atraen las ficciones llamativas más que los hechos sobrios. Nos acercamos a los estúpidos con la fama, dejando a los sabios desconocidos. Y al fin, creemos las palabras que nos fascinan más fácilmente que las enseñanzas que nos iluminan y nos despiertan.

 

30 Si vemos el budismo con dichos vistazos equivocados, afirmaremos y respetaremos el pensamiento de nosotros mismos, entenderemos el budismo a nuestra manera, lo refreímos con facilidad y resulta que despojaremos a dicha religión de su vida vívida. Además, tenemos la inclinación de pensar que lo hemos entendido correctamente.

 

31 Esta tendencia nuestra está basada en la obsesión del ego. Una de las maneras de ilustrar y aclarar la obsesión citada es leer los originales hasta el final. Es decir, no leerlos de modo conveniente a nosotros mismos, sino hacerlo de forma que nos cuenten en su totalidad y los recibamos completamente.

 

32 En otra reunión de primavera, el profesor leyó completamente los originales ante nosotros y daba los discursos de esos originales, tanto "Anrakushu"(Nota10) de Doshaku(Nota11), "Ojoyoshu" (Nota12) de Genshin(Nota13), como "Senchakushu"(Nota14) de Honen(Nota15).

 

(Nota10):El primer libro que cuenta por primera vez sobre los dos caminos para llegar al paraíso. Uno es realizarlo mediante su propio esfuerzo, el otro es a través de la salvación por la fe en la misericordia divina.

(Nota11):Bonzo chino(562-654)

(Nota12):El libro donde se insiste en la importancia de una sola oración más que en la oración con la imaginación de Buda.

(Nota13):Bonzo japonés(942-1017) que afectaba a Santo Honen y Santo Shinran.

(Nota14):El libro insiste en la importancia de la salvación por la fe divina.

(Nota15):El maestro de Shinran, fundador de la secta "Jodoshu"(1133-1212).

 

33 Estos originales budistas me parecen tener la raíz de la fuerza extraña que da nacimiento al budismo, sostiene la historia de la búsqueda de la verdad, y desarrolla una tempestad del movimiento extenso y profundo sobre los humanos.

Buscar en la zona de esa raíz, donde pongo mi espíritu, clavar las estacas escritas firmemente "Aquí está mi punto de partida", y vivir mi vida eran importantes. Ahora lo considero así.

 

34 No se debe sentir ya alegre, ya triste con las palabras superficiales, lo que es nada más que las vicisitudes. Ni se tiene que requerir al budismo la respuesta sobre sólo lo que le interesa a sí mismo. Porque es la privatización de la religión, y el uso arbitrario del budismo.

Los libros sagrados que exponen la salvación verdadera, fijando la vista en los hombres de totalidad, o los libros que interpreten aquellos libros originales, estos originales en total envuelven el conjunto de un hombre. El profesor me enseñaba que leer los libros citados nos abriría el camino sorprendente.

 

35 Gracias a las clases, yo leía los originales que me enseñaban abundantemente. Los libros sagrados sobrepasaban lo que me había imaginado. Es una sorpresa. Si no los había leído, cómo me arrepentiría. Como todo el mundo, yo también a veces me preguntaba qué era la vida. Simultáneamente pensaba aunque la verdad era el asunto más importante para nosotros, había pocas posibilidades de entenderlo. Si lo entendiera, yo no sería fuera nada más que unas gotas en el gran mar.

 

36 Sin embargo, lo que me sorprendió encontrándome con la enseñanza es que hubiera libros que exponían la verdad con seriedad y los caminos para llegar a la verdad. Era "Daimuryojukyo o Daikyo(Nota16)", una veda para el paraíso entre otras.

 

(Nota16): Una de las vedas importantes, la que expresa que cualquiera que recite oraciones, podría ser buda.

 

37 Mi impresión fundamental de "Daikyo" de aquel entonces era que una piedra pequeña como yo, después de chocar con la roca grande, siendo rechazado, seguía volando, pero sin ninguna señal de caerme.

Sorprendentes, originales, terribles, originales. El profesor dijo, "Al estudiar el budismo, ponlo delante de ti en el escritorio, donde encontrarás el camino para que los seres humanos se vuelvan reales.