Libro de cuentos japoneses(1)El hilo de Araña(Kumono Ito:蜘蛛の糸

El hilo de Araña

por Ryunosuke Akutagawa(1892-1927)

1. Un día Shaka-muni, o Buda está solo caminando lentamente al lado del charca de loto en el paraíso. Las flores del loto en la charca son perfectamente blancas como la fortuna, y sus estambres y pistilos dorados exhalan la fragrancia inexplicablemente dulce para llenar incesantemente en los alrededores. Parece que amanece en el paraíso.
Poco después, Shaka se para al lado y por casualidad ve el estado en el agua entre las hojas del loto. Debajo de las hojas se halla justamente el fondo del infierno, de manera que puede ver con mucha claridad el paisaje tanto el río infernal(Sanzu no kawa) como la montaña de la aguja(Hari no yama), como si los viera a través del catalejo.
En ese momento Shaka encuentra a un hombre llamado Kandata bullendo con otros criminales en el fondo del infierno. Kandata es un ladrón malísimo que ha matado a los otros, provocado unos incendios entre otras malas acciones. Pero hay sola una cosa que ha conductado. Ahora explico. Cuando este hombre pasa por una arboleda encuentra una araña pequeña arrastrarse al borde del camino. Kandata en segida intenta a pisarla para matar, pero, "No, no lo hago, aunque es pequeña, debe de tener la vida. Es muy lastimoso matarla sin reflexión." Reconsidera y finalmente la solta sin matar.
Shaka, mirando la situación en el infierno, recuerda que este hombre ha salvado la vida a la araña. Por lo tanto, piensa en salvarlo desde el infierno si es posible, en respuesta a su buena conducta.
Afortunadamente viendo a su lado, encuentra una araña colgando su hermoso hilo plateado en la hoja. Shaka toma el hilo en silencio y lo baja por entre las hojas directamente al fondo del infierno.

2. En la charca de sangre al fondo del infierno, se hall Kandata que ahora flota, ahora se sume. El caso es que dondequiera vea, parece perfectamente oscuro, y sólo se ve algo vago que son las agujas horribremente brillantes de "Hari no yama". Nadie sabe cuánto inquieto es él. Por encima de Kandata, hay solo silencio como en la tumba y se escuchan suspiros débiles de los delicuentos. Las personas tan malvadas que han bajado acá, están cansadísimas de las torturas infernales, así que aun no tiene la fuerza de llorar. Entonces, hasta a Kandada le hace toser la sangre de la charca y él forcejea como una rana.
Pero una vez cuando Kandata levanta los ojos sin intensión hacia el cielo de la charca de sangre, halla un fino hilo plateado venir bajando ligera y brillantemente hacia él mismo, como si temiera encontrarse. Kandata, viendo éste, se echa a aplauzar, agarrándo a este hilo, "¡Si subo a algún lugar debo de escapar del infierno! ¡No, me salga mejor, llegaré al paraíso! En ese caso, no me enviarán a la montaña de agujas, ni me hunden en la charca!"
Pensando así, Kandata, en seguida agarra el hilo firmemente con dos manos, y sube con toda la fuerza. Originalmente es un ladrón y está acostumbrado a hacerlo.
Pero entre el infierno y el paraíso se dista muchísimo, por lo tanto no llega al paraíso con facilidad a pesar de acelerarse. Después de subir un buen rato, Kandata ya está cansado y no puede subir más. Ahora no tiene nada que descansar en la mitad del hilo y ve allá abajo.
Y vale la pena haber subido con todo el esfuerzo, la charca de sangre en que estaba hasta hace poco, ahora se ve escondida al fondo de la oscuridad, y la montaña de terribles agujas con luz vaga. Si siga subiendo de esta manera, no será muy difícil de salir del infierno. Kandata agarra otra vez el hilo y grita con la máxima voz por primera vez después de unos años, y ríe, "¡Qué suerte! ¡Qué suerte!" Pero al darse cuenta, viendo allá abajo, de que vienen subiendo y siguiéndolo los infinitos criminales, que suben como si hiciera una fila de los hormigas. Suben en cuerpo y alma. Al verlos, Kandata, sorprendido y espantoso no sabe nada que hacer con la boca muy abierta como un tonto.
Este hilo finito de araña agarrado aun solamente por mí podría cortarse, ¿Podrá resistir el peso de tantas personas? Si se corte, yo quien oportunadamente he subido hasta aquí y quien me importo tendré que caerme de cabeza. Si eso ocurra, será grave.
Mientras tanto un montón de los criminales suben trepando de la charca oscura de sangre y siguen subiendo sin descanso agarrando el fino hilo con luz y haciendo una fila. Si no hago nada ahora mismo, el hilo se cortará en el medio. Naturalmente me caeré.
Entonces Kandata grita, "¿Qué hacéis vosotros criminales? Este hilo es mío. Sólo mío. ¿Quién os ha permitido subir? ¡Bajad y Caedos!"
En ese momento, el hilo al que no ha pasado nada hasta entonces se corta de repente en la parte que Kandata agarra. Por eso no tiene ningún remedio. Dando un grito de espanto, se cae de cabeza al fondo de la oscuridad girando como el trompo.
Lo que se queda ahí es sólo un hilo celestial de araña, colgando en el aire mediano sin luna ni estrellas pero luciendo finamente.

3.
Shaka ha visto atentamente todo lo que ha ocurrido al lado de la charca del paraíso. Y cuando Kandata se hunde al fondo de la charca de sangre, empeieza a caminar otra ves con la cara triste. Al parecer, Shaka piensa que son deplorables el corazón despiadado de Kandata y su caída de regreso al infierno castigado corespondiente a su corazón.
Pero el loto de la charca del paraíso no se preocupa nada de eso. Las flores como la fortuna agitan su cáliz alrededor de las piernas de Shaka, y sus estambres y pistilos dorados exhalan la fragrancia inexplicablemente dulce para llenar incesantemente en los alrededores. Parece que es hacia el mediodía en el paraíso.(16/4/1918) 

(Origen)Aozora Bunko en Internet