"¡Hable más despacio!"

En Montevideo, la capital de Uruguay, celebraron una conferencia que trató del problema de Venezuela. La conferencia de prensa se abrió casi dos horas más tarde de lo previsto.
"Aunque había algunas diferencias de opinión, ha sido una reunión muy fructuosa." El representante de la Unión Europea que había digirido un llamamiento a esta conferencia destacó el resultado con cara risueña. No obstante cuando se finalizó la entrevista, el ministro de asuntos exteriores de México empezó independientemente una imprevista conferencia de prensa. Entendí que la reunión no había marchado sin problema.
Todos los periodistas que se encontraron allí son de la America Latina. Naturalmente la entrevista avanzó en su lengua materna, el español. Pero cuando un periodista uruguayo empezó su pregunta, el ministro mexicano lo interrumpió.
"Espere un momento. Su español es diferente, de modo que hable más despacio, por favor."
Dicen que hay más de 500 millones de hablantes del español en el mundo, el que es la lengua oficial en muchos países de la región. Sin embargo, los sonidos, las entonaciones y los vocablos son diferentes dependiendo de los países y regiones. Sobre todo, son tan característicos el acento y la pronunciación del español de Urguay y la Argentina, que alguien dice en broma que se necesita el subtítulo.
Los pueblos con español como la lengua materna, incluso ellos mismos tienen dificulatad por razones de la diversidad de dicha lengua, y mucho más para mí. Pero esa riqueza es, al mismo tiempo, encantadora. Yo como un extranjero, les pediré hablarme más despacio mañana.

Por Haruka Okada desde "Memorándum del Enviado Especial" del Diario Asahi(21 de febrero de 2019)